Al igual que en muchos barrios montevideanos, la imagen de los barrios Sur y Palermo se encuentra estética y socialmente descuidada, esta zona no refleja su valor histórico y cultural. Al recorrerla sentimos la necesidad de cambiarle la cara, de darle otra vida, lograr que la sensación de alegría y festejo carnavalearos de verano la mantenga durante todo el año, que la vida social sea flexible, libre y dialogante y que los barrios vuelvan a estar socialmente integrados.

Un aspecto que caracteriza a esta zona, es la confluencia de poblaciones con realidades culturales, sociales y económicas muy distintas. Existe una gran población de bajos recursos, con problemáticas diversas. Estos sujetos urbanos que están económicamente marginados, que para subsistir generan prácticas de apropiación de los espacios públicos, recorrido que va de la carencia a la subsistencia, de la marginalidad a la inclusión y de la no-propiedad a la apropiación. Otro de los problemas que vimos al recorrer el barrio, es que por tratarse de una zona con muchas pensiones, los niños que allí habitan son enviados a la calle “para que no molesten” y entonces pasan muchas horas en la calle, sin un lugar seguro donde estar.
La intervención que nosotras planteamos para poner un alto a esta despersonalizada vida urbana, es lograr a través de pequeñas intervenciones, la revitalización del espacio público. Traspasar el umbral, transitar por el espacio público, tener relaciones, valores, las prácticas cotidianas y formas de comportamiento ciudadano en una confusa red de socialidades desplegadas, conformando el mundo de lo público-privado. Este desplazamiento del ámbito de la vida privada a la vida pública hace referencia a la complejidad recursiva de la sociedad, donde un ámbito remite al otro. Como dice Augé .... "Toda representación del individuo es necesariamente una representación del vínculo social que le es consustancial". En los intersticios de la ciudad la individualidad y la sociedad se fusionan como parte en un todo, los intereses individuales permanecen en los intereses colectivos, donde los sentimientos de arraigo individual y familiar, convergen con los sentimientos de arraigo vecinal, comunitario y con los lugares de uso y convivencia colectiva. El universo de lo público penetra en la casa y el espacio público con sus vivencias de hoy día se convierte en un collage indiscriminado de intimidades públicas.
Esta indiferensiación simbólica entre lo público y lo privado, se extienden a las relaciones entre quienes habitan la casa; mantienen las subjetividades y sentidos articulados a las múltiples conexiones con el vecindario, la calle, el barrio y la ciudad. ¿Cómo saber usar el limite de la libertad de cada uno en una ciudad donde "intersticio" significa hoy, espacio de intercambio, paso, cierre, penetración, mestizaje, erosión, fusión, recomposición, entre lo nuevo y lo viejo? Significa que la gente en su vida cotidiana usa cada vez menos ciudad. El intersticio urbano no es percibido y vivenciado por el ciudadano, sino por las imágenes que este intersticio da como mimesis de su barrio, de su ciudad, que recuperan y reproducen en las pantallas.


Para comenzar a revalorizar y reactivar esta zona, buscamos estos intersticios, cambiar esa imagen al barrio y des marginarlo de la sociedad, convertirlo en un atractor de vivencias. Lograr un sistema articulado estableciendo una red de conexiones artísticas en la heterogeneidad de este medio social en donde nos encontramos. Partimos de un órgano generador: la calle Carlos Gardel, peatonalizarla y generar un ambiente artístico en ella para luego esparcirlo en el mapa; atravesando así las manzanas, rompiendo su dureza perimetral, logrando una conexión fluida de la vivencia social. Este atravesamiento en el barrio se da mediante los intersticios (lugares abandonados o sitos con posible canje como estacionamientos o depósitos) que tengan contacto con el suelo y posibilidad de transferirse a otra altura y otro padrón. Definimos sectores con diferentes modos de actuar, zonas para habitar y zonas para centros culturales tratados como puntos nodales los cuales se atribuyen como elementos conectores de las zonas, generando así una sinergia entre los tres elementos constituyentes del sistema.


La zona de habitar va a estar establecida por viviendas que alberguen de 2 a 6 usuarios; conformadas por: módulo habitación (mh), modulo servicios (ms), modulo anexo (ma), y modulo escalera (me).
El modulo habitacional (mh) es el que puede multiplicarse y hacer una vivienda para mas habitantes, remarcando los espacios de apropiación individual; el modulo servicios (ms) contenedor de la cocina y baño, es el que contiene el sector de mayor relación en las viviendas, este modulo es de dimensiones iguales no dependiendo de la cantidad de usuarios ya que tomamos en cuenta que en el habitar contemporáneo, en una sociedad individualista los espacios comunes dentro del habitar ya no son tan usados; el modulo anexo (ma) con posibilidad de adjuntarse a los otros, esta ubicado dependiendo la necesidad del usuario, es el que determina la zona de esparcimiento, trabajo, o simplemente expandir otro sector.


Estas viviendas se apropian de una porción del espacio exterior generando así patios característicos a cada vivienda. Esta apropiación se efectúa, en planta baja utilizando el área común como patio, manteniendo la privacidad a través de dispositivos y en los niveles superiores se logra de tal modo que las azoteas de unas generen el patio de otras, logrando así una interconexión entre ellas.

Los centros culturales ofrecen programas que refieren a actividades de enseñanza, exposición y recreo.

Espacios de intercambio para los habitantes del barrio, donde se realizaran actividades referidas al arte y la cultura. Son dispositivos de planta libre, su organización se articula dependiendo de la actividad que en el se realice, ya sea taller, exposición, atención social, etc.
Las actividades de estos centros las caracterizamos como “Artes del espacio” entendida como actividades que utilizan el espacio como forma de expresión y su representación física no subsiste en el tiempo, como son el arte corporal y musical; mientras que las “artes del tiempo” son concebidas como formas físicas que perduran, como la atención social y las artes plásticas.